Que recuerdes todos los momentos que te ha sacado una sonrisa, y todos los momentos que te ha hecho llorar
de alegría, simplemente porque sabías que la tendrías a tu lado, apollándote y ofreciendote su hombro para
que no te sintieras sola. Que cuando te asomes por la ventana, recuerdes cuando ella se acercaba a tu portal
y te preguntaba: "¿bajas tú o subo yo?". Y cuando la tienes enfrente de tí, no sepas que hacer.
Si tirarte en sus brazos, o simplemente decirle que la quieres,
aunque se lo hayas dicho un trillón de veces, porque una vez para tí no es suficiente. Que cuando
la ves de lejos, te mueras de ganas de gritar su nombre y parecer una loca por la calle.
Y que cada día te preguntes: "¿porque la quiero?", sonrías y no busques respuestas a esa pregunta tonta que
te haces a tí misma... que simplemente te baste con tenerla ahí, a tu lado diciéndote cada día lo mucho que
te quiere, y que eres parte de su vida.
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